La duquesa de Sussex acompañó al príncipe Harry en la entrega de condecoraciones del evento Salute to Freedom
La grandes eventos sociales han vuelto y con ellos lo han hecho las alfombras rojas. Meghan Markle y el príncipe Harry acapararon hace unas horas todos los flashes en una en la ciudad de Nueva York. Se celebraba la gala Salute to Freedom en el Intrepid Museum de la ciudad y el duque de Sussex era el designado para imponer las condecoraciones que reconocen el mérito militar de los distinguidos en tal evento. Lo hicieron como marcaba la etiqueta, él con esmoquin y ella con vestido largo.
No todos los días se puede ver a Meghan Markle sobre la alfombra roja, menos en una cita en la que puede recordar sus años como estrella de la televisión estadounidense. La royal escogió un vestido rojo intenso de Carolina Herrera con tirantes, un escote original y algo de cola en su falda abullonada. Un diseño de Wes Gordon que confirma por qué la marca se ha convertido, desde hace ya varias temporadas, en una firma imprescindible sobre alfombras rojas y en grandes fiestas.
La duquesa de Sussex combinó el vestido con unos salones destalonados en color vino de Giuseppe Zanotti. Como joyas, la duquesa volvió a lucir su brazalete Love de Cartier y escogió unos pendientes de diamantes de Maison Birks que casaban a la perfección con lo teatral del vestido. Unas joyas tan opulentas requerían de un peinado que permitiera admirarlas por lo que la royal se decantó por recoger su larga melena en un moño tirante.
Es la primera vez en muchos meses en la que Meghan Markle hace una aparición con un estilismo tan espectacular como este. Aunque hace ya tiempo que la pareja volvió a la vida pública, han preferido siempre apostar por tejidos naturales y colores suaves y neutros, también en las fotografías con las que se han felicitado los aniversarios o con la que dieron la noticia de que esperaban a su segunda hija, nacida el pasado 4 de junio.
Fuente: Vogue.
