Tenía 92 años. La artista comenzó a trabajar en clubes nocturnos en 1950
La cantante francesa Régine, conocida “como la reina de la noche” e intérprete de temas como Les P’tits Papiers (1965), murió hoy en la región de París a los 92 años, informaron los medios franceses.
“La reina de la noche se va: cierra tras una larga y gran carrera”, escribió el humorista Pierre Palmade, amigo íntimo de Régine desde hace muchos años, en un comunicado emitido a petición de la familia.
“Ha sido un gran honor poder despedirme de ella”, dijo, añadiendo que “durante más de 30 años había hecho bailar a estrellas de todo el mundo en sus discotecas”.

Nacida el 26 de diciembre de 1929 en Anderlecht (Bélgica) en una familia de origen judío polaco (sus padres vivieron algunos años en Argentina), emigró a París cuando tenía dos años. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, tuvo que esconderse con su familia en diferentes ciudades de Francia.
En los años 50 comienza a trabajar en clubs nocturnos. En 1956 abre el primero, Chez Régine, en la zona parisina de Saint-Germain-des-Prés. Frecuentada por personalidades como Georges Pompidou, Brigitte Bardot o Rudolf Nuréyev, fue la primera piedra de su gran imperio de la noche.
Abrirá entre los años 60 y 80 hasta 18 clubes en el mundo entero, frecuentados por la Jet Set, en ciudades como Nueva York, Rio de Janeiro, Santiago de Chile, Marbella (España), Estambul o Montreal.

Su nombre se convirtió así en “el emblema de las noches salvajes hasta la madrugada, bailando ella misma en la pista de baile hasta la hora de cierre”, recuerda Pierre Palmade en su texto.
En su vertiente como cantante, se hizo famosa por las interpretaciones de Les P’tits Papiers (1965, escrita y compuesta por Serge Gainsbourg), La Grande Zoa (1966, de Frédéric Botton), Azzurro (1969, de Adriano Celentano) y Les Femmes, ça fait pédé (1978, en otra colaboración con Gainsbourg).
Símbolo de la bohemia parisina de posguerra, Régine se casó dos veces y tuvo un hijo, fallecido en 2006 a los 58 años. Fue condecorada en 2008 como oficial de la Legión de Honor, la más alta condecoración francesa.

También trabajó en el cine, apareciendo en los créditos de una docena de películas, como “Jeu de massacres” de Alain Jessua, “Robert et Robert” de Claude Lelouch y “Les ripoux” de Claude Zidi.
En los años 60, cantó en el Carnegie Hall de Nueva York, convirtiéndose -junto con Edith Piaf- en una de las pocas mujeres francesas que han conquistado América.
“Mi mayor alegría sería que la gente siguiera escuchando mis canciones dentro de cincuenta años”, declaró a la AFP en 2020.

“Estoy muy orgullosa de que algunos de ellos se hayan convertido en clásicos de la variedad (…). Mi primer trabajo fue en discotecas. Durante mucho tiempo, cantar fue sólo un pasatiempo. Hoy me doy cuenta de que el escenario ha sido lo más importante de mi vida”, dijo la cantante y empresaria.
Fuente: InfoBae.