La cantante de 41 años apenas compró esta joyita en Malibu hace TRES meses y por algún motivo ahora quiere deshacerse de ella.
Es inconcebible pensar que Pink quiera vender esta casa porque no se haya sentido a gusto dentro de ella. Seguramente, está más bien interesada en el juego de los bienes raíces.

Pink había pagado $13.7 millones de dólares, que eran $200 mil por encima del precio de venta, y ahora la ha sacado al mercado por $15 millones, lo que le daría una ganancia de $1.3 millones. Nada mal por poner un par de anuncios y hacer un poco de papeleo en unos cuantos meses.
La propiedad, que alguna vez perteneció a Barry Manilow, está construida sobre un terreno de 650 m².
La casa en sí tiene 400 m² de construcción y cuenta con 5 dormitorios y 4 baños y medio.
En un principio se pensaba que esta adquisición en Malibu sería simplemente una casa de vacaciones para la cantante, cuya fortuna está valuada en $200 millones. Ahora vemos que no fue así.
No fue nada fácil para Pink cerrar la operación por esta propiedad en Malibu, ya que el clima de los bienes raíces en California se encuentra muy agitado.
Después de una guerra de ofertas, Pink resulto vencedora pagando $200,000 dólares por encima del precio de venta.
Seguramente Pink estaba al tanto de la ganancia potencial a corto plazo con su inversión. Pero si no, ¿qué es lo peo que puede pasar? ¿Quedarse con esta maravillosa propiedad? Ojalá todos tuviéramos ese problema.
Fuente: Guacamouly.