Ahora entendemos por qué las celebrities se declaran fans de estas sales de baño y te explicamos cómo introducirlas en tu rutina.
La retención de líquidos es un incordio que, sobre todo en verano, nos afecta a muchas. Inflamación, hinchazón o sensación de pesadez son los síntomas más habituales, y beber agua, hacer deporte o comer de forma saludable los principales remedios para eliminarla. Pero con el calor del verano y sus consecuentes faldas, vestidos y bikinis, nunca viene mal una ayuda extra, así que me decidí a probar un remedio natural del que puedo decir que me declaro fan incondicional y que funciona mejor que todo lo que haya probado hasta ahora: las sales de Epsom.
Estas grandes desconocidas (que acumulan cada vez más adeptas) me han ayudado a drenar y reducir la retención de líquidos, ya que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y, además, relajantes. ¡Hasta son beneficiosas para las quemaduras solares! En definitiva, el aliado perfecto durante el verano. Con todos estos beneficios no es de extrañar que personalidades de la talla de Jennifer Lawrence las incluyan en su rutina de belleza, como reveló su entrenador personal Dalton Wong a The Daily Mail. Pero no es la única (aunque sí de las primeras), ya que recientemente Kourtney Kardashian, Gwyneth Paltrow, Victoria Beckham o Sophie Turner han sucumbido también a los efectos de estas sales centenarias.
Pero ¿de dónde han salido y por qué no las habíamos descubierto hasta ahora? Resulta que se extrajeron por primera vez en el siglo XVIII en Inglaterra, en el manantial de Epsom (de ahí su nombre) y no son otra cosa que sulfato de magnesio. Este compuesto químico consigue reducir el estrés y el insomnio, ayuda con la producción de energía, activa el metabolismo y elimina toxinas (causantes de la tan famosa retención de líquidos). ¿Y lo mejor? Oscilan entre 4 y 15 euros y las podemos encontrar tanto online como en herbolarios o tiendas de productos naturales, e incluso en farmacias y algunos supermercados.
¿Cómo utilizarlas?
Muy sencillo. Se absorben a través de la piel, por lo que basta con darnos un baño dos o tres veces por semana con unas tazas de estas sales para notar sus efectos. Se necesitará entre ½ kilo y 1 kilo para relajar los músculos y eliminar líquidos cuando necesitemos una dosis extra de cuidados, y unos 250 gramos para un uso continuado. ¿Durante cuánto tiempo? Para aprovechar al máximo sus cualidades lo ideal sería permanecer entre 20 y 30 minutos en la bañera, y calentar el agua a unos 37º para que penetren bien en nuestra piel.
En definitiva, ningún producto es milagroso si no se combina con un estilo de vida saludable, pero después de meses probando este remedio natural puedo decir que mi piel está mucho mejor y que sin duda me uno al club de fans de estas (ya no tan desconocidas) sales.
Fuente: Vogue.